El desarrollo del experimento que plantea esta actividad dependerá de la dinámica del grupo, así como de las estrategias y secuencia didáctica que diseñe el maestro. Lo significativo es que los alumnos observen y comprendan que en el terrario que acaban de construir existen diferentes especies de animales, plantas, hongos y bacterias; además de condiciones físicas que ayudan a que éstos se mantengan con vida, como el agua, la luz solar y el aire. En otras palabras, que el ecosistema que se encuentra en su terrario puede vivir durante mucho tiempo porque entre sus elementos se establecen relaciones que propician un equilibrio ecológico y de supervivencia.