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LA RESPUESTA:
2. En comunidad, realicen una lectura en voz alta de los textos (borradores). Reciban retroalimentación por parte de su maestra o maestro y sus compañeras y compañeros acerca del borrador que elaboraron.
Aquí puedes retomar el ejemplo de la pregunta 1:
El festejo del pan de muerto en mi barrio
El año pasado, en mi colonia, tuvimos una fiesta muy especial para celebrar el Día de Muertos. ¡Fue increíble! Todo comenzó cuando las familias se unieron para preparar el pan de muerto, que es uno de los panes más ricos que he probado. Los vecinos se organizaron para hacerlo juntos, como una especie de gran fiesta de cocina. Todos trajeron algo: unos traían harina, otros azúcar, y algunos se encargaron de hacer la mezcla. Lo mejor es que lo hacían en un horno grande que pusieron en la plaza del barrio, y todos los niños nos sentamos alrededor para ver cómo lo preparaban.
El pan de muerto tiene una forma muy bonita. Es redondo, con unas bolitas arriba que parecen como huesitos, y lo pintan con azúcar, ¡así que queda todo dulce y brillante! Lo que más me gusta es cuando el pan sale del horno, porque huele tan rico que te dan ganas de comerlo al instante. Los adultos, mientras tanto, nos contaban historias de nuestros abuelos y de cómo hacían este pan hace muchos años, con recetas que pasaban de generación en generación.
Cuando ya estaba listo, nos dieron trozos de pan con chocolate caliente, y todos nos sentamos a platicar y reír. Algunas personas también trajeron flores de cempasúchil, y pusieron altares con fotos de sus seres queridos. Fue un momento muy bonito, porque todos estábamos juntos, compartiendo un pedazo de pan y recordando a los que ya no están, pero con mucho cariño.
Al final del día, todo el barrio se reunió en la plaza para bailar y cantar. No solo compartimos pan, también compartimos alegría y recuerdos, y eso hizo que el Día de Muertos fuera muy especial para todos.
3. En colectivo, dialoguen y socialicen sobre la importancia del consumo de pan, cultivos u otros productos locales.
Te dejamos un ejemplo de lo que podrías compartir según estudiantes de tu edad:
Consumir pan, cultivos y otros productos locales es una forma importante de apoyar a nuestra comunidad y cuidar de nuestra economía. Cuando compramos pan de la panadería de nuestro barrio, estamos ayudando a los panaderos locales, quienes a su vez compran los ingredientes de agricultores cercanos. Esto crea un círculo de apoyo en el que el dinero se queda en el barrio y beneficia a muchas familias.
Además, consumir productos locales reduce la necesidad de transportarlos desde muy lejos, lo que ayuda a cuidar el medio ambiente, ya que se disminuye la contaminación por el uso de vehículos. También es una manera de disfrutar alimentos frescos y sabrosos, ya que suelen ser más naturales y no necesitan conservantes.
Al elegir productos que se producen cerca de nosotros, contribuimos a que los agricultores y productores sigan creciendo y, lo más importante, a que todos tengamos un barrio más fuerte, con más empleos y una economía más estable.
4. Individualmente, sin olvidar a tu comunidad y según tu desempeño, marca en el semáforo, con una (palomita), el color que represente tu ánimo en el trabajo colaborativo.
Para resolver esta actividad analiza cómo ha sido tu comportamiento durante el desarrollo de este proyecto.
Mi trabajo colaborativo.
Verde: (X) Trabajo con mis compañeros y resuelvo mis dudas.
Amarillo: ( ) Trabajo con mis amigos, pero me quedo con dudas.
Rojo: ( ) Me cuesta relacionarme y no pregunto cuando tengo dudas.
Estamos esperando que tu autoevaluación sea honesta, para que puedas ver tus avances.