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LA RESPUESTA:
b) Opinen por qué se consideran a dichos comportamientos como inapropiados para la sana convivencia, haciendo un breve análisis acerca de ellos.
Estos comportamientos son considerados inapropiados para la sana convivencia en el entorno escolar porque interrumpen el proceso de enseñanza-aprendizaje, pueden causar daño físico o emocional a los demás y no respetan la autoridad de los maestros y maestras.
c) Propongan medidas disciplinarias para las faltas representadas.
Gritar dentro salón: 10 minutos de tiempo fuera para pensar en lo que implica el estar gritando en el salón y crear consciencia en lo que podemos llegar a molestar a nuestros compañeros en caso de llevar a cabo esta falta.
Correr en el aula: Es una nota que debe de ser firmada por los padres de familia para poder permitirle el acceso a clases de nuevo al compañero que haga la falta.
Empujar a mis compañeros: Un día de suspensión y cita con los padres de familia.
No respetar a mis maestros y maestras Un día de suspensión y cita con los padres de familia.
d) Hagan hincapié en cómo las acciones correctivas facilitan la reflexión y el aprendizaje para quien está cometiendo una falta.
e) Tomen notas sobre lo presentado en la plenaria.
Las acciones correctivas facilitan la reflexión y el aprendizaje para quien está cometiendo una falta al proporcionar consecuencias, diálogo abierto, oportunidades de reparación y actividades de aprendizaje activo.
2. En comunidades y de forma colaborativa, lean el siguiente relato inspirado en la nota original, escrita por Guadalupe Ríos, periodista indígena binnizá.
La lectura se resume en lo siguiente:
En Juchitán de Zaragoza, la maestra María enseña en la escuela primaria Francisco Toledo, donde cada vez más niños de diferentes partes del mundo, como Venezuela, Haití, China, Guatemala, y países africanos, se inscriben. Al principio, hubo problemas de convivencia debido a diferencias culturales y de idioma. Algunos niños juchitecos agredieron a los nuevos compañeros extranjeros, pero la maestra resolvió esto con paciencia y la ayuda de traductores en su celular. Además, organizó actividades para combatir el racismo y promover el respeto, como hablar sobre las culturas de los países de origen de los estudiantes y acordar normas de convivencia, como no poner apodos humillantes. Al final del ciclo escolar, los estudiantes propusieron cambiar el nombre de la ciudad a "Juchitán de todos los pueblos del mundo".