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LA RESPUESTA:
Elabora una narración sobre la vida de Alejandro Magno.
¡Érase una vez un chico llamado Alejandro Magno, pero no te preocupes, no era un mago ni nada por el estilo, ¡solo tenía un nombre genial! Nació hace mucho tiempo, en el año 356 antes de que existieran los videojuegos o los teléfonos inteligentes. Nació en una ciudad llamada Pella, en un lugar llamado Macedonia. ¡Suena un poco raro, ¿verdad?
Desde que era un niñito, a Alejandro le gustaban mucho las historias de héroes y aventuras. Le encantaba escuchar sobre Aquiles y su valiente espada. ¡Imagínate tener una espada tan genial! Pero no pasaba todo su tiempo pensando en espadas y caballeros. Tenía un maestro muy famoso, llamado Aristóteles, que le enseñaba sobre muchas cosas interesantes, como las estrellas en el cielo y los bichitos en el suelo.
Cuando Alejandro tenía 20 años, su papá, el rey Filipo II, tuvo un problema grande: alguien intentó quitarle el trono. ¡Vaya lío! Pero Alejandro no se quedó de brazos cruzados. Decidió que él iba a ser el rey y proteger su reino. Después de algunas batallas y aventuras, logró convertirse en el jefe de Macedonia. ¡Imagínate ser el rey a esa edad!
Pero aquí viene lo más emocionante. Alejandro no quería ser solo el rey de Macedonia. ¡No, no! Quería ser como Aquiles y tener su propia aventura épica. Así que reunió a un montón de amigos y soldados y comenzó a viajar hacia el este, ¡hacia tierras lejanas y desconocidas! Tenía batallas emocionantes y difíciles, como cuando se enfrentó a los persas en lugares como Issos y Gaugamela. ¡Uff, qué valiente!
Caminando y peleando, Alejandro llegó a lugares donde nunca nadie había llegado antes. Conquistó ciudades, cruzó ríos y trepó montañas altas. A veces, la gente se rendía y lo saludaba como a un héroe. Otras veces, tenía que luchar con mucha fuerza para ganar. ¡Pero no se daba por vencido!
Alejandro también era amable. No solo conquistaba, también quería que las personas fueran amigas y se ayudaran entre sí. Se casó con una chica llamada Roxana, ¡una princesa! Y le dijo a su gente que se casara con chicas de las tierras que conquistaban para unir a todos. ¡Qué buena idea, ¿verdad?
Pero la historia tiene un final triste. Después de tantas aventuras y emociones, Alejandro se enfermó y murió cuando tenía solo 32 años. ¡Fue como si su aventura tuviera un último capítulo inesperado! Aunque ya no estaba aquí, su historia y su valentía siguen inspirando a mucha gente en todo el mundo. ¡Y así, el chico con el nombre genial, Alejandro Magno, se convirtió en una leyenda que todos recordamos!
