Las expresiones algebraicas tienen la posibilidad de representar diferentes situaciones, condiciones o fenómenos de la naturaleza al ser la base de la notación o lenguaje algebraico.

Es por ello que cuando se busca transcribir un problema desde el lenguaje literal (normal) al lenguaje matemático (algebraico) cada persona puede razonar de manera distinta, y establecer la expresión algebraica de distinta forma pero con el mismo significado y valor. Por ejemplo, para obtener el perímetro de un cuadrado, la formula matemática nos indica sumar cada uno de sus cuatro lados L + L + L + L, pero esta expresión también puede ser escrita como 4L y también ser correcta, pues ambas expresiones obtienen el mismo resultado y son por ello expresiones equivalentes.

Muchas de las veces, por la misma aplicación de las operaciones matemáticas descritas en la expresión se logra dicha simplificación, por ejemplo:

-2x + x = -x

x * x = x²

ab + ab = 2ab

a . b = ab

En conclusión, se dice que dos expresiones algebraicas son equivalentes cuando ambas tienen el mismo valor expresivo, y puedes identificarlas si una se pueda convertir en la otra y viceversa, sin que el resultado se vea alterado.